domingo, 26 de diciembre de 2010

La verdadera Navidad.


La Navidad es una época de mucho ajetreo. Las calles y las tiendas están repletas de gente con los preparativos de última hora. Aumenta el tránsito en las carreteras, los aeropuertos se abarrotan… toda la cristiandad parece revivir con la música, las luces y las decoraciones festivas.

Una escritora ha dicho:

“De todas las festividades, ninguna [como la de la Navidad] penetra tanto el corazón humano ni inspira sentimientos más sublimes. Los pensamientos, los recuerdos, las esperanzas y las tradiciones ligadas a ella se vinculan colectivamente a la antigüedad y a la nacionalidad, e individualmente a la infancia y a la vejez. Abarca los aspectos religioso, social y patriótico de nuestra naturaleza. El acebo y el muérdago se entrelazan entre las ramas de los pinos, la costumbre de hacer regalos a las personas que se quieren, la presencia del árbol de Navidad, la superstición de Papá Noel (Santa Claus, Santo Clos, San Nicolás), todo ello hace de la Navidad la festividad más anhelada, la más universal y, desde cualquier punto de vista, la más importante para el hombre” [Clarence Baird, “The Spirit of Christmas”, Improvement Era, diciembre de 1919, pág. 154].

El origen de la Navidad

Esta época está llena de tradición y sus raíces se remontan a la historia. El origen de esta fiesta hay que buscarlo en la adoración pagana anterior a la introducción del cristianismo. El dios Mitra era adorado por los antiguos arios, adoración que se extendió gradualmente por India y por Persia. Al principio, Mitra era el dios de la luz celestial de los brillantes cielos y en el posterior periodo romano fue adorado como la deidad del sol o el dios sol: Sol Invictus Mithra.

En el primer siglo [antes de] Cristo, Pompeyo conquistó la costa meridional de Cilicia, en Asia Menor, y muchos de los que fueron hechos prisioneros en las campañas militares fueron llevados cautivos a Roma. Así se introdujo en Roma la adoración pagana de Mitra, pues esos prisioneros difundieron su religión entre los soldados romanos. Esa adoración se popularizó, particularmente en el ejército de Roma. En la actualidad aún se ven entre las ruinas de antiguas ciudades pertenecientes al imperio romano los santuarios de Mitra. El mitraísmo floreció en el mundo romano y se erigió en el principal competidor de la cristiandad en las creencias religiosas de la gente.

La festividad de los adoradores del dios sol se celebraba inmediatamente después del solsticio de invierno, el día más corto del año, época en la que el sol permanece como inmóvil después de su descenso anual en el hemisferio sur. El inicio de su ascenso desde ese punto más bajo se consideraba el renacer de Mitra, y los romanos celebraban su cumpleaños el 25 de diciembre de cada año. Ésa era una festividad de mucha celebración: fiestas, comidas, regalos que se hacían a los amigos y temporada en la que las viviendas se decoraban con ornamentación vegetal.

Con el tiempo, el cristianismo superó al mitraísmo, que había sido su más fuerte rival, y la festividad en la que se celebraba el nacimiento de Mitra fue adoptada por los cristianos para conmemorar el nacimiento de Cristo. La adoración pagana del sol, profundamente arraigada en la cultura romana, se vio reemplazada por la mayor de las celebraciones cristianas. La Navidad ha llegado hasta nosotros convertida en un día de gratitud y regocijo, un día de alegría y buena voluntad para con los hombres. Aun cuando tiene una relación y un significado terrenales, su contenido es divino. La antigua celebración cristiana ha perdurado a través de los siglos.

El significado actual de la Navidad

¿Qué sentido tiene hoy la Navidad? La leyenda de Papá Noel, el árbol de Navidad, las guirnaldas decorativas y el muérdago, así como los regalos, todo ello nos manifiesta el espíritu del día que celebramos; pero el verdadero espíritu de la Navidad es mucho más que eso. Se halla en la vida del Salvador, en los principios que enseñó, en Su sacrificio expiatorio, el cual es nuestro gran patrimonio.

Hace muchos años, la Primera Presidencia de la Iglesia declaró lo siguiente:

“Para los Santos de los Últimos Días, la Navidad consta de un elemento recordatorio y de uno profético. Por un lado es un recordatorio de dos acontecimientos grandes y solemnes, que se recordarán como los sucesos más poderosos y más maravillosos de la historia de la humanidad. Se [preordenó] que ambos tuvieran lugar antes de la creación de este planeta. Uno de ellos fue la venida del Salvador, en el meridiano de los tiempos, para morir por los pecados del mundo; el otro es la futura venida del Redentor resucitado y glorificado, para reinar en la tierra como Rey de reyes” [“What Christmas Suggests to a Latter-day Saint”, Millennial Star, 2 de enero de 1908, pág. 1].

En su breve epístola a los gálatas, Pablo muestra su gran preocupación por la evidente incredulidad de ellos y su abandono de las enseñanzas sobre el Cristo cuando les escribió: “Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:18–19). En otras palabras, Pablo manifestó sentir dolor y ansiedad hasta que Cristo fuese “formado” en ellos, que es otra manera de decir, “[estar] en Cristo”, expresión que Pablo emplea habitualmente en sus escritos.

Cristo puede nacer en la vida de los hombres, y cuando esta experiencia tiene lugar, se dice que tal hombre es “en Cristo”, es decir, que Cristo se ha “formado” en él. Ello presupone que aceptemos a Cristo en nuestro corazón y que hagamos de Él la mayor influencia en nuestra vida. Cristo no es una verdad general ni un dato histórico, sino que es el Salvador de los hombres en todo lugar y en todo momento. Al esforzarnos por ser como Cristo, Él “se forma” en nosotros; si abrimos la puerta, Él entra; si buscamos Su consejo, Él nos aconseja. Para que Cristo sea “formado” en nosotros, debemos creer en Él y en Su expiación. Esa creencia en Cristo y guardar Sus mandamientos no supone obstáculo alguno; más bien los hombres son libres gracias a ambos. El Príncipe de Paz aguarda para darnos paz mental, con lo cual podemos convertirnos en conductos de esa paz.

La verdadera Navidad acude a aquel que ha aceptado a Cristo en su vida como una fuerza impulsora, dinámica y revitalizadora. El verdadero espíritu de la Navidad yace en la vida y en la misión del Maestro. Prosigo con la definición del verdadero espíritu de la Navidad:

“Es un deseo de sacrificarse por los demás, de brindar servicio y de poseer un sentimiento universal de hermandad. Consiste en la disposición para olvidar lo que has hecho por los demás y recordar únicamente lo que los demás han hecho por ti; es olvidar lo que el mundo te debe y pensar sólo en… tus deberes desde un punto medio, y en la ocasión de obrar bien y de ayudar al prójimo desde un primer plano; consiste en ver que el prójimo es tan bueno como tú y tratar de mirar más allá del rostro, en el corazón, y en cerrar tu libro de quejas contra el universo y buscar un lugar donde sembrar las semillas de la felicidad sin que nadie te vea” [Improvement Era, diciembre de 1919, pág. 155].

Al reflexionar en la Navidad, James Wallingford escribió lo siguiente:

La Navidad no es un día ni una estación, sino una condición del corazón y de la mente.

Si amamos al prójimo como a nosotros mismos;

Si en nuestra riqueza somos pobres en espíritu y en nuestra pobreza somos ricos en misericordia;

Si nuestra caridad no se gloría en sí misma sino que es sufrida y benigna;

Si cuando nuestro hermano nos pide un pan, nos entregamos a nosotros mismos;

Si cada día nace repleto de oportunidades y muere habiendo logrado algo, sin importar cuán pequeño sea,

Entonces cada día es de Cristo y la Navidad siempre está próxima.

[En Charles L. Wallis, editor, Words of Life, 1966, pág. 33]

Un hombre sabio ha dicho:

“Lo más asombroso del relato de la Navidad es su relevancia. Encaja en cualquier edad y en cualquier fase de la vida. No es un simple cuento encantador que se relata una vez; antes bien, es eternamente actual. Es la voz que clama en todo desierto. Tiene tanto sentido para nosotros como lo tuvo aquella noche tiempo ha cuando los pastores siguieron la luz de la estrella hasta el pesebre de Belén” [Joseph R. Sizoo, en Words of Life, pág. 33].

Se ha dicho que la Navidad es para los niños, pero a medida que los años de la infancia van quedando atrás y van siendo reemplazados por la madurez, la sencilla enseñanza del Salvador con respecto a que “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35) se hace realidad. La evolución de una fiesta pagana transformada en una festividad cristiana para conmemorar el nacimiento de Cristo en la vida de los hombres es otra forma de madurez que sólo se obtiene cuando se ha sido enternecido por el Evangelio de Jesucristo.

Busquen el verdadero espíritu de la Navidad

Si desean buscar el verdadero espíritu de la Navidad y participar de su dulzura, permítanme hacerles la siguiente sugerencia. Durante el ajetreo de las fiestas de esta Navidad, aparten un tiempo para volver su corazón a Dios. Tal vez en las horas de quietud, en un lugar tranquilo y arrodillados (a solas o acompañados de sus seres queridos), den gracias por todo lo bueno que hayan recibido y pidan que Su Espíritu more con ustedes al esforzarse con denuedo por servirle y guardar Sus mandamientos. Él los llevará de la mano y cumplirá Sus promesas.

Sé que Dios vive. Doy testimonio de la divinidad de Su Hijo, el Salvador del mundo, y manifiesto mi aprecio por la bendición que supone tener en la tierra un profeta del Dios viviente.

Fuente.

sábado, 25 de diciembre de 2010

11 de Septiembre -¿ El día exacto de nacimiento de Jesús ?


Leamos atentamente Apocalipsis 12:1-5

(1) Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
(2) Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
(3) También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
(4) y su cola ] arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
(5) Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

La escena descripta es simbólica, difícilmente podría referirse a la virgen María, ya que a esta “mujer” se la asocia con el Sol, la Luna y doce estrellas. Juan dijo que “apareció en el cielo una gran señal” y el libro de Génesis dice que Dios creó a los astros como “señales” para separar día y noche, tiempos y estaciones (Gén. 1:14). Entonces, es muy probable que estas “señales” se traten de señales astronómicas. Veremos cómo esta señal descripta en Apocalipsis nos dirige hacia la fecha exacta de nacimiento de Jesús, según el estudio del erudito Ernest Martin, en su libro “The Star of Bethlehem” (La estrella de Belén).

En Apocalipsis 1:1 la mujer se halla “en el cielo,” luego de que el dragón arrojara la tercera parte de las estrellas a la Tierra, la mujer pasa a estar en la Tierra (vers. 4 al 14), así que sólo los primeros versículos pueden estar haciendo referencia a señales astronómicas.

Ya que el Sol y la Luna estaban en medio, o en línea con el cuerpo de esta mujer, ella podría ser, de modo simbólico, una constelación situada en la ruta normal del Sol y la Luna. La única señal de una mujer que existe en la ruta que sigue el Sol en su viaje hacia las estrellas es Virgo (la virgen). La cabeza de la mujer se mete unos 10 grados dentro del signo previo, Leo, y sus pies se superponen unos 10 grados en el signo siguiente: Libra. En el período del nacimiento de Jesús el Sol entró en su curso anual a través de las estrellas en la parte de la cabeza de la mujer alrededor del 13 de agosto y salió por sus pies alrededor del 2 de octubre. Pero el apóstol Juan vio la escena cuando el Sol estaba “vistiendo” o “adornando a la mujer,” esto sería entre el cuello y las rodillas. Esto sucedió en un período de unos 20 días, entre el 27 de agosto y el 15 de Septiembre. Teniendo en cuenta que el Mesías nacería de una virgen, es lógico suponer que nacería bajo la constelación de Virgo. Bullinger dice, en “The Witness of the Stars” (El testimonio de las estrellas), que Virgo es el signo designado como el testigo celestial del nacimiento del Mesías (Jesús).

Como dijimos, el nacimiento de Jesús, según Apocalipsis 12, debió suceder mientras el Sol “vestía” a la mujer, o sea, mientras el Sol estaba a mitad del cuerpo de Virgo, lo cual sucedió entre el 27 de agosto y el 15 de septiembre del 3 a.C., lo cual encaja perfectamente con el testimonio de Lucas acerca del nacimiento de Juan el Bautista, que ya hemos analizado.

Pero podemos precisar aún más la fecha de nacimiento de Jesús, llegando a obtener el día exacto. La clave está en la Luna. Juan dijo que estaba situada “bajo sus pies.”

Como los pies de Virgo representan los últimos 7 grados de la constelación, la Luna tiene que haber estado posicionada en un arco de 7 grados para satisfacer la descripción de Apocalipsis 12. Pero también tuvo que haber estado en esa posición mientras el Sol estaba en la mitad de Virgo. En el año 3 a.C. estos dos factores sucedieron simultáneamente durante alrededor de una hora y media, como se podría haber observado desde Palestina o desde Patmos, esto sucedió en el crepúsculo del 11 de Septiembre. Esta relación comenzó cerca de las 18:15hs (la puesta del Sol) y duró hasta alrededor de las 19:45hs (cuando sale la Luna). Este es el único día en todo el año en que el fenómeno astronómico descrito en Apocalipsis 12 pudo haber tenido lugar. Fue el 11 de Septiembre, no pudo haber sido en otro momento del año, un día antes la Luna habría estado por encima de los pies de Virgo, y un día después (12 de Septiembre) la Luna se habría movido muy lejos de los pies de la virgen. Sólo un día encaja, el 11 de Septiembre del 3 a.C., en la puesta del Sol.

Esto encaja con la descripción del nacimiento de Jesús dada por Lucas:

Lucas 2:8-11
(8) Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
(9) Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
(10) Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
(11) que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Juan también dice que la mujer tenía sobre su cabeza “una corona de doce estrellas.” El profesor Thorley ha demostrado que en ese día hubo exactamente 12 estrellas visibles desde la Tierra, lo cual se puede observar en el Atlas de Norton

Lo que es aún más asombroso en todo esto es que ese día, el 11 de Septiembre del 3 a.C., en el calendario judío fue el 1 de Tishri, que es el comienzo del año judío y es el día de la "fiesta las trompetas". Al comprender esto, podremos ver todo el simbolismo que emerge.

El 1 de Tishri fue el día en que Noé quitó la cubierta del Arca (Génesis 8:13), fue el “nuevo nacimiento” de la Tierra, luego del Diluvio. Muchos judíos incluso creen que ese fue el primer día de creación en Génesis. Tiempo después, Tishri pasó a ser el séptimo mes, y el primer día pasó a ser un día de santa convocación que debía conmemorarse al son de las trompetas (Levíticos 23:24; Números 29:1), y por eso era llamado “el día de las trompetas.”

El 1 de Tishri fue contado como el día de inauguración del reinado de muchos reyes de Judá, además, la asunción de un rey siempre era acompañada con trompetas (1 Reyes 1:34; 2 Reyes 9:13; 11:11).

Entre los judíos, cada inicio de mes era anunciado con trompetas, y en el séptimo mes (Tishri) se tocaba la séptima trompeta, que era la última en ser tocada, porque a partir de allí comenzaban los meses festivos. Noten cómo encaja este simbolismo en Apocalipsis 11, cuando se toca la séptima trompeta:

Apocalipsis 11:15

El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

Cuando el ángel toque la séptima trompeta todos los reinos del mundo van a ser de nuestro Señor Jesucristo. El día en que nació, fue el día de la séptima trompeta, lo cual nos muestra que desde el día de su nacimiento Dios anunció que él sería el Rey de este mundo.

Es así que la Biblia nos asombra una vez más, mostrándonos datos astronómicos precisos sobre el día de nacimiento de Cristo. No fue un día común para la humanidad, y ciertamente no lo fue para Dios, quien había estado esperando este día durante siglos, y acomodó todas las señales del cielo para que anuncien el nacimiento de Su Rey, aquél que traerá paz a la Tierra en Su futuro reino.

Pablo Pereyra

martes, 14 de diciembre de 2010

La relativización del concepto. ¿Existe una o varias éticas?



En los últimos años existe un replanteamiento sobre la ética en distintas disciplinas. En la medicina, en la biología, en los medios de comunicación, en la empresa privada, en la economía, en la tecnología, etcétera. Ante esta diversidad de materias en las que se evoca el concepto “ética”, surge la duda de si hay una o existen varias éticas. Esta situación genera que el término se use de maneras distintas, es decir, de manera relativa y simple, acompañado de un conocimiento “vulgar”, lo que puede originar un problema si no existe un entendimiento homogéneo del concepto.
Es importante dejar claro que la ética es una disciplina del conocimiento que se aplica al ser humano independientemente del ámbito en que éste se desenvuelva. No es que existan varias éticas si no que son diferentes los espacios donde se aplican. Así como la disciplina del derecho es una, siendo las leyes diferentes según la época y el lugar, de la misma manera la ética se ajusta a las costumbres y a los tiempos. Incluso en una misma época y lugar existen variantes. Por eso es posible decir que hay una ética empresarial o una “ética protestante” como escribió Max Weber. Cada una de estas éticas se refiere a los valores que se practican en cada grupo o comunidad determinada. Es importante dejar claro que, aunque varíe la forma, en el fondo no hay más que una ética, la vinculada a la idea del hombre, que se pone de manifiesto en la vida social, familiar, profesional y política del individuo, como sostiene Victoria Camps al decir: “Sin lugar a dudas hay que dejar claro que la ética es una. Unos son los derechos fundamentales y únicos los principios que establecen, por ejemplo, la dignidad absoluta de la persona humana o la exigencia de la universalidad como criterio absoluto de la moralidad de las acciones” (Camps, 1997, 55). Además hay que añadir que en esta disciplina existen distintos niveles de conocimiento según sea la profundidad con que se aborde. Más allá del conocimiento general o vulgar, existe uno más profundo en el que la ética contribuye al descubrimiento de un estilo de vida gracias a la búsqueda de la máxima felicidad del ser humano. Adela Cortina plantea una clasificación respecto al conocimiento de la ética, de los elementos básicos que todo ciudadano debe conocer como aspectos de conducta y solidaridad. Esta autora se refiere a ellos como “ética de mínimos”, mientras que a los elementos que muestran los estilos de vida, cómo ser feliz, cuál es el sentido de la vida y la muerte, los denomina “ética de máximos” (Cortina, 1998, 116). Por su parte Rawls, también establece una clasificación ética planteando que por un lado existe “una concepción moral de la justicia para la estructura básica de la sociedad” y por otro “doctrinas comprehensivas del bien” (Rawls, 2000). La ética que se requiere para los gobernantes y funcionarios es la que contempla fundamentos básicos que inducen a actuar haciendo el bien y evita conductas indebidas. Dar ese paso en los gobiernos del mundo sería un gran avance para la humanidad.

“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22, 15-21)

“Mi Reino no es de este mundo”

(Juan 18, 33-37)

El hombre (varón o mujer), se distingue de los demás objetos o seres de la creación, por tratarse de un ser conciente y libre, atributos que le confieren la digna calidad de persona, en cuya naturaleza se encuentra indisolublemente unido lo espiritual y lo material.

Jacques Maritain nos recuerda que: “Decir que el hombre es una persona, es decir que en el fondo de su ser es un todo, más que una parte, y más independiente que siervo. Este misterio de nuestra naturaleza es el que el pensamiento religioso designa diciendo que la persona humana es la imagen de Dios. El valor de la persona, su libertad, sus derechos, surgen del orden de las cosas naturalmente sagradas que llevan la señal del Padre de los seres y tienen en sí el término de su movimiento. La persona tiene una dignidad absoluta porque está en relación directa con lo absoluto, único medio en que puede hallar su plena realización; su patria espiritual es todo el universo de los bienes que tienen valor absoluto, y que reflejan, en cierto modo, un absoluto superior al mundo, hacia el cual tienden.(Los Derecho del Hombre y la Ley Natural, página 13, Colección Orfeo, 1956)

En su alma, espiritual, luce la libertad, que le permite a su voluntad decidir lo que le es bueno, en su cuerpo se da la vida, y en el desarrollo de su personalidad el trabajo.

La libertad, la vida y el trabajo son bienes fundamentales del hombre, que cuando interactúa con otras personas en la vida social, necesita defenderlos de los posibles ataques que injustamente lo avasallen o limiten, así es como nace el derecho a la libertad, el derecho a la vida y el derecho al trabajo.

Cuando la libertad es empleada por el hombre para decidir sobre su relacionamiento con Dios, tenemos lo que conocemos como la libertad religiosa, y cuando la misma debe ser defendida frente a los ataques que puede recibir de otras personas o de la autoridad social, surge el derecho a la libertad religiosa, que las reglas y normas morales y positivas deben reconocer y garantizar. En consecuencia, la libertad religiosa, por su proyección sobrenatural, es la primera de las libertades, el primer derecho; que debe ser respetado y protegido por las constituciones, los tratados internacionales y las leyes frente a los embates que otras personas o la autoridad social le puedan inferir.

Desde la profundidad de la conciencia de las personas opera la libertad, que es un medio para decidir sobre un fin, y se proyecta a la vida social, siendo su ejercicio y desarrollo normado por reglas morales, mientras no se expresen en el interactuar de las personas; y en leyes naturales o positivas, cuando se dan en la vida social, para que las decisiones libres de unos no afecten ni avasallen las de otros, para que así se produzca el equilibrio social que exige la justicia –“el dar a cada uno lo suyo” -, que es la esencia del derecho.

El hombre ejerce su libertad religiosa: cuando decide creer en Dios y aceptar su voluntad y mandatos; cuando decide rendirle culto; cuando se reúne o asocia con otras personas para hacerlo; cuando se incorpora, cambia o abandona una confesión o comunidad religiosa; cuando adopta las creencias, dogmas, reglas y participa de los ritos de su religión; cuando elige expresar, transmitir o recibir información religiosa; cuando presta juramento o hace promesas en base de sus creencias religiosas; cuando pide ser asistido por ministros de su confesión religiosa por estar internado en un hospital, asilo o cárcel, o por prestar servicios en una institución militar, o en un organismo de seguridad; cuando conmemora las festividades de su comunidad religiosa; cuando se dispone a recibir o impartir educación religiosa para sí o para sus hijos o personas que de él dependan; cuando decide contraer matrimonio según los ritos de su religión; cuando construye o establece, con su comunidad religiosa, templos o lugares destinados al culto, cementerios, instituciones educativas, hogares, seminarios, centros educativos, editoriales o medios de comunicación.

El ejercicio de la libertad religiosa debe ser defendido invocando el derecho a la libertad religiosa y el mismo debe ser garantizado por las constituciones, los tratados internacionales, las leyes y demás normas positivas.

Fuente

Obremos bien.


Indice
1. ¿Qué quiere decir Obrar Bien?
2. Fundamentos de la Ética
3. Acto Moral-Valor Moral
4. Conciencia Moral
5. Ley Moral
6. Fundamentos filosóficos del Obrar Bien
7. Valores defendibles desde el punto de vista moral
8. Bibliografía

1. ¿Qué quiere decir Obrar Bien?

Cuando decimos que alguien obró bien generalmente queremos decir que cumplió con su deber, aunque no siempre cumplir con nuestro deber nos conduce a la felicidad.

Surge la ética dentro de la Filosofía para responder a preguntas tales como: ¿En que consisten el Deber y la Felicidad?, ¿Existen pautas para guiar la conducta humana?


2.-La ética es la parte de la filosofía que se ocupa del obrar del hombre, de susacciones. Este obrar humano se puede entender en forma individual o en forma social. Para Aristóteles, existían tres niveles en el obrar, el obrar del individuo, el obrar dela familia y el obrar de la sociedad.

La ética discute y juzga las normas morales y jurídicas, siendo las primeras las que regulan lo que la sociedad aprueba o desaprueba, y las segundas las que regulan las prohibiciones, castigando el incumplimiento de las mismas. También en ella se realiza por una parte la crítica y el análisis de la moralidad y por otra propone normas,escalade valores o ideales que van a primar sobre otros.

La discusión ética se realiza en el plano del "debe ser" y no meramente "del ser".

Cada uno de nosotros consideramos nuestros actos y comportamiento como buenos o malos, pero en general nos exigimos el obrar bien como un deber, una obligación.


3.- La palabra "moral" vincula directamente la conducta y los actos humanos por su valor, es decir como buenos o malos. Solo reconocemos como sujeto moral al hombre, ya que solo este es capaz de reflexionar sobre sí mismo, sobre el mundo y la manera de transformarlo, solo él posee el conocimiento intelectual que le permite conocer el valor moral, y la libertad que es el poder de autodeterminarse con respecto a ese valor moral.

El hombre es responsable de sus actos y debe responder ante sí mismo y ante la sociedad e incluso de admitir su existencia ante Dios por ellos.

El concepto de responsabilidad es quizás el más profundo de la ética, porque nos da la dimensión moral del hombre, sentirse responsable de uno mismo y de los demás nos dice que es mejor que quien intenta evadir o excusar sus responsabilidades, pero existen circunstancias y factores que alteran y condicionan la responsabilidad en los actos morales, dichos factores se pueden dividir en Psicológicos y Sociológicos.

A)De carácter individual e interiores al sujeto los factores psicológicos que se destacan son:

  1. los biopsíquicos que se refieren a fenómenos fisiológicos tales como presión arterial, integridad de los centros nerviosos, etc.
  2. los psíquicos que se refieren a factores afectivos tales como sentimientos,emociones, pasiones, etc.
  3. los que obstaculizan la libertad entre los que se destacan la ignorancia, laviolencia, el miedo, etc.

B) Los condicionamientos Sociológicos proceden del marco social en el que vive el hombre, y entre ellos se destacan, la educación que transmitevalores morales, laestructura básica del individuo o personalidad, el rol social, la clase social, y lacultura.

Un acto moralmente bueno se califica como un mérito, mientras que un acto moralmente malo comporta un demérito. La sanción es la recompensa de los actos morales, sancionamos un mérito con un premio, y un demérito con un castigo.

La finalidad de la sanción es conservar el orden moral, y se las califica como:

Naturales (por las consecuencias físicas)

Interiores (porque producen satisfacción o remordimiento)

Legales (porque las aplican según las normas de los códigos vigentes)

Sociales (porque dependen de la estimación o el desprecio de la sociedad)


4.- Todo ser humano tiene conciencia de que hay algo que está bien o mal moralmente hablando, pues posee lo que llamamos sentido moral, por otro lado también existe la conciencia moral, que es la valoración sobre la moralidad de un acto concreto.

Si tomamos el término bueno, bien, en el sentido práctico, es aquello que mueve a la voluntad por medio de las representaciones de la razón, no a partir de causas subjetivas sino de modo objetivo, por razones válidas para todo ser racional como tal.

Para que un acto sea bueno deben ser buenos los tres factores fundamentales que los motivan, esos tres factores son:

1) Objeto- contenido (lo que se hace, la materia del acto)

2) Circunstancias- (factores o aspectos que determinan y precisan el objeto, el quien, el cuándo,

el cómo, etc.).

3) Fin- (Intensión o motivo del acto, aquello para lo que se hace).

Basta con que uno de esos factores sea malo, para que todo el acto sea malo, ya que para los moralistas el fin bueno no justifica los medios malos.

La conciencia moral está integrada por un elemento intelectual, un elemento afectivo y un elemento volitivo, el intelecto o razón juzga, aprueba o desaprueba el acto, el elemento afectivo nos da respuesta sobre los sentimientos hacia ese acto, y el volitivo que tiene una tendencia natural al bien y que lo hace querer el bien moral. SegúnKantsi el hombre fuera solo sensibilidad, sus acciones estarían determinadas por impulsos sensibles, si fuera únicamente racionalidad, serían determinadas por la razón. Pero el hombre es al mismo tiempo sensibilidad y razón, y en esta posibilidad de elección consiste la libertad que hace de él un ser moral.

Podemos clasificar la conciencia moral como verdadera o errónea, en cierta, probable, dudosa, perpleja, justa, etc.

Hablamos de conciencia verdadera cuando puede dictaminar objetivamente lo que es bueno o malo y es errónea cuando no puede hacerlo, de conciencia cierta cuando el juicio moral es firme y seguro, de probable cuando existen otras alternativas, dudoso cuando el juicio moral se suspende ante la duda, perplejo cuando existen colisión de deberes y justo cuando se juzga de manera adecuada el acto moral.

¿Pero cómo se forman esas conciencias?

El hombre procura obrar con conciencia recta, ello supone autoreflección y consulta a los demás, para ir adquiriendo una conciencia formada y madura.

El problema se plantea cuando estamos en conciencia perpleja o en conciencia dudosa, como ya dijimos la conciencia perpleja supone un conflicto de deberes y tenemos que inclinarnos por el que nos parece más fuerte o imperioso, mientras que en la conciencia dudosa debemos descartar para salir de dudas y luego formar una conciencia moralmente cierta.

La conciencia como norma subjetiva, se apoya en los principios morales o en el sentido moral. Los principios morales son expresiones de la ley moral natural.


5.- ¿Pero qué es una ley?

Desde el punto de vista de un legislador, es una norma dictada por quienes tienen a su cuidado la comunidad, para su ordenación racional y hacia el bien común.

Santo Tomas destacaba que la ley no es un mandato o voluntad del legislador, sino un mandato racional y bueno para el bien común, pues solo una ley emanada de una voluntad racional y buena es auténtica y puede obligar a la comunidad a cumplir con ella.

Las leyes morales se distinguen de las leyes positivas porque las primeras surgen en el hombre de forma natural e interna, mientras que las otras son promulgadas por el hombre en forma externa y pública.

Dentro de las leyes positivas se destacan:

  1. Leyes positivo-divinas (dictadas por Dios a los hombres Ej. : los diez mandamientos)
  2. leyes positivo-humanas (dictadas por los hombres entre las que se distinguen las

a) leyes civiles; del estado y b) leyes eclesiásticas; de la iglesia).

Pero por encima de todas estas leyes, incluidas las leyes físico-naturales, hay quienes hablan de la ley eterna, del plan que Dios posee en su inteligenciay en su voluntad y que da un modo de ser y obrar propios a todos los seres de la naturaleza.

Quienes defienden la existencia de una ley moral natural, también sostienen que posee dos propiedades fundamentales que son la Universalidad y la Inmutabilidad.

La universalidad de la ley radica en que el hombre posee la misma naturaleza esencial, que es capaz de un pleno y armónico bien común, por lo que se opone al racismo y alnacionalismo.

La inmutabilidad radica en que la naturaleza esencial del hombre permanece invariable a través del tiempo y el espacio, que su conocimiento de los principios fundamentales de la ley moral es lo que verdaderamente es inmutable, y sometidos a un progreso moral del individuo y la sociedad extienden y profundizan su contenido en laevoluciónhistórica, para ser más claros los principios existían y no se les aplicaban por Ej.: Laesclavitud, la tortura, la dignidad de la mujer, etc.

La ley positivo-humana es una prolongación o concreción de la ley moral. El hombre se vale y se apoya en ella para dotar de obligatoriedad la vida social. Las características fundamentales de la ley positiva son:

  1. Origen humano ( las formula, establece y aplican los hombres)
  2. Historicidad (lleva una fecha precisa)
  3. Vigencia limitada (rigen en un lugar y tiempo determinado
  4. Caducidad (con el paso del tiempo pierden vigencia y se obliga a modificarlas o cambiarlas adecuándolas a la realidad social del momento)


6.- Se puede afirmar que las leyes positivas surgen de la ley moral, del sentirse obligado a obrar bien, el problema es determinar ese bien.

Dentro de la filosofía se reconocen dos grandes grupos: Uno en el que los filósofos no admiten más fundamento de la moralidad que la propia conciencia. Y otro que sin contradecir ni desautorizar a los primeros consideran que las exigencias imperativas del hombre conducen al individuo a alcanzar la plena realización, el bien natural en todas sus posibilidades.

Dentro del primer grupo se destacan filósofos como Kant, Levy-Bruhl, DurkheimySartre.

Kant afirmaba que obrar por razones exteriores a la propia conciencia del deber o sea obrar por placer, por poder, por fama, etc., supone obrar con segundas intenciones; es decir un obrar que es más que inmoral, es amoral, impropio de la persona humana.

El obrar recto, propiamente moral es el que se realiza exclusivamente por respeto a la ley misma, siendo el respeto el único sentimiento moral. Mientras la ley moral como echo de razón no necesita fundamento que la justifique, nos demuestra que la libertad es no solo posible, sino real en los seres que reconocen la ley misma como obligatoria, (tú debes, luego tú puedes) La moral auténticamente digna es una moral autónoma, en ella lo que cuenta no es lo que se hace sino como se hace, lo que cuenta es la intención de obrar bien. Kant afirmaba que en el mundo nada hay de bueno o malo más que la buena o mala voluntad y resume todas las máximas morales en ésta:

"Obrar de tal forma que la máxima que rija tu acto pueda valer como un principio de legislación universal y necesario"

Aunque la ley moral brota de uno mismo, según Kant no significa que brote del yo empírico, individual y propenso al egoísmo, sino que brota de una zona más honda del yo, de lo que llamó la conciencia trascendental.

Por otro lado Levy-Bruhl y Durkheim sostienen que las leyes morales son meras convenciones establecidas por cada sociedad, no existe una moral única,universal e inmutable, porque según ellos no existe una naturaleza humana idéntica en todos los hombres.

Para ellos carece de sentido la crítica de cualquier moral, porque todas pueden ser relativamente verdaderas en la medida que sirven en la vida del grupo social en el que rigen; la reducen a una ciencia de las costumbres en la que no hay que buscar ningún fundamento metafísico.

El neopositivismo considera que los juicios o proposiciones morales que pretenden valorar la conducta humana carecen de sentido científico, enunciando solamente sentimientos,actitudes, emociones, deseos, etc., de los individuos que las formulan.

Sartre afirmaba que Dios no existe, y elabora la única moral que a su juicio es coherente con el ateísmo.

El hombre es lanzado al mundo sin ninguna esencia o naturaleza que lo caracterice desde el principio, con la pesada carga de hacerse libremente sin tener una ayuda orientadora. Cada cual debe trazar su camino estableciendo para ello unas normas válidas solo para él y comprometiéndose a seguirlas responsablemente. El tratar de imponer nuestro criterio como el único acertado o bueno es según Sartre unaactitudridícula e hipócrita.

Dentro del segundo grupo encontramos múltiples morales que dependen de las diferentes concepciones antropológicas en que descansan, según sea la idea que los filósofos se forjen de la realidad humana (naturaleza, esencia o condición), así será la normativa moral que defenderán consecuentemente.

Para Aristóteles la felicidad no se identifica con el placer sino con el estado de perfección y reposo que acompaña al logro de nuestras tendencias naturales.

Admite en el hombre tendencias superiores a las del resto de los animales y pone el bien o fin supremo natural del hombre en el ser autosuficiente, omniperfecto que goza autocontemplandose. Para él la culminación de las virtudes morales estaba en el orden que debe existir en esas tendencias naturales tanto en el plano individual como en el social.

Para Santo Tomas de Aquino la concepción Aristotélica del bien supremo se identifica con el Dios cristiano.

Obrar bien es seguir la propia conciencia cierta, que en último termino siendo ésta creada por Dios, debe obedecer la ley eterna o plan concebido por El.

Epicúreo partió de la evidencia de que todo animal se mueve por placer, y el hombre no escapa a aquella evidencia práctica, identificando el placer con el bien moral. Según él, el hombre debe buscar el placer y la mejor técnica para conseguirlo. Esto le llevó a elaborar su receta de la felicidad: eliminar los caprichos, los miedos infundados, limitarse a los deseos naturales o estrictamente fundamentales como los orgánicos, los anímicos y laamistad. Saber renunciar al placer del momento para evitar consecuencias nefastas, aliviar los dolores recordando placeres del pasado o imaginando los futuros.

Con ésta técnica moral, el hombre conseguiría el máximo placer posible, un estado de sosiego interior que nadie podría arrebatarle.

Para Bentham identificar el bien moral con el placer es algo superficial, porque el bienestar exige muchas veces sacrificios y para él la norma ética suprema será conseguir la máxima felicidad para el mayor numero de personas.

Para J.Stuart Mill lo que importa es la calidad del placer y la felicidad de los demás valorada en si misma y no en la repercusión que tendrá sobre el individuo en particular.

Nietche nos habla de una moral nueva, más allá del bien y del mal. Rompe con la tradición igualitaria, ensalza la voluntad del poder y la legitima y avasalladora vitalidad de los señores, aduciendo que los mejores o más fuertes tienen más derechos, se cree llamado a desenmascarar el engaño de laigualdad humana. Al realizarse según él estainversión de los valores, se facilitará el camino para que surja el super hombre, eliminando toda esperanza en un Dios que según él no existe.

Para Marx, el hombre es un ser que surgido de la naturaleza se ha ido constituyendo a sí mismo mediante la acción siempre realizada en comunidad.

El aboga por una moral revolucionaria cuyo objetivo sea la abolición de situaciones degradantes y la desaparición de las luchas sociales.

La moral Marxista propugna la toma de conciencia de la igualdad del hombre, de su capacidad para crear un mundo justo y feliz, él no cree que lareligión que según su opinión es el opio del pueblo, pueda con sus super-estructuras darles ese más allá feliz.

El liberalismo político sostiene que deben reducir la competencia del poder a lasfunciones de administración de justicia, defensa del territorio, educación, salud, etc., como una forma de promover el mejor estado de las cosas en la sociedad.



7.-Todos los sistemas éticos tratados en este trabajo han estado sujetos a la crítica en distintas épocas, pero en todos ellos se reconoce un punto positivo idéntico y es que nuestro obrar parte de una norma y un fundamento que es nuestra conciencia personal. El hombre por naturaleza aspira a obrar bien, y entre los valores morales que deben defenderse se destacan los derechos individuales, el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad privada, derechos que a su vez tienen fijados sus límites en los derechos de los demás.


8. Bibliografía


Lógica y Filosofía Guillermo A. Obiols.

Introducción a la filosofía Luis Cuéllar Bassols J.M. Rovira Martinez

Apuntes sobre Ética Autónoma Kant

de "Cimentación para la metafísica de las costumbres"

Apuntes de Kant .... Etica..... Razón Práctica

Apuntes de Kant.....Critica a la Razón Pura

Trabajo enviado por:
Mabel Diaz
jilema[arroba]adinet.com.uy
6º de Ingeniería